Caminando por Lastarria me encontré con un sueño hecho realidad... mi hombre soñado estaba alli... Bajando de una gran camoneta blanca que supuse sería de Canal 13... y nada.. me quedé lela, impávida, incapaz de reaccionar... de un minuto pa otro decidi seguirlo, cual detective privada de novela negra, pero de las rascas, sin impermeable, sin lentes oscuros y con un paragua viejo de esos que se doblan por parte (cero encanto, cero glamour, cero charme)... bien indigna mi actitud pero más engrupida que la cresta... bien mamona... bien perna.. y según yo bién piola tb... (jajaja, seguro!)... y lo segui hasta su edificio, en toda la esquina de Lastarria y mientras lo seguia le sacaba la foto.. (ovbio!)... flaaaaaco el looolo, sin poto... (m.. y yo que no miro nunca eso...) y con un andar suuper relajado y mientras caminaba iba saludando a todo el mundo (qué guena onda mi Sergito, pensé) y yo contenta... contenta de que fuera buen cabro... buen vecino... (onda pasate un rollo!) pero de verdad iba contenta, porque el objeto de mi deseo no era solo la foto, sino un buen cabro de verdad (concluí muchas cosas de mi Sergito mientras lo segía media cuadra hasta su casa)
Me pareció un gran trayecto, aunque solo fueron un par de metros, pero definitivamente, los metros recorridos de manera más intensa en los últimos tiempos...