Encuentro de amigas en Lastarria

Desde siempre he pensado que el barrio Lastarria es un rincón especial dentro de Santiago; es como un trocito de Europa plantado en pleno corazón de la cuidad, y es que cuando caminas por las calles salpicadas de pequeñas cafeterías, todas bien interesantes y llenas de historias, una no puede evitar pensar en las suyas propias, y creo que esa es la magia del barrio; la licencia que te da para invocar tus propias historas, las pasadas, los recuerdos, y las futuras, los sueños. Y en uno de esos cafés me encontré con mi amiga M.

Aller fue un dia de finales; se terminaron algunas historias, cerrandose otro capítulo de un libro (el libro de mi vida) que aún tiene muchas historias por contar, y supe de amigas que estan terminando las suyas propias.... Y entre esas historias estuvo aller la de mi amiga M.

Nos juntamos a eso de las 6, despues de su pega y de mi the end en el café Utopia, un lugar rebonito por el cual habia pasado varias veces pero al que no habia entrado nunca, y al que tampoco entramos porque nos sentamos en las mesas de la calle.

Desde un principo la magia del barrio hizo lo suyo y la invasión de los recuerdos y aventuras vividas vinieron a acompañar el café y la tortita que por fuerza habia que pedir, y es que cuando dos amigas se juntan para hablar de sus historias, los sabores y olores son super importantes, porque como que nos volvemos más sensibles, y necesitamos entonces un café rico con olor a nostalgia y un trocito de chocolate (perso solo un trocito para no sentirse tan culpable) que nos haga recordar la dulzura sus ojos (esos ojos que ahora son parte de la historia que venimos a contar) y nos de la esperanza de volver a encontrar esa dulzura en otros ojos , esa que por fuerza venimos a compartir con la amiga del alma en este barrio que definitivamente es un rincón de historias.

Hablamos tanto y tan intensamente, y estuvimos tan contentas, tan amigas, tan presentes, que finalmente creo que nuestras historias solo fueron la excusa para encontrarnos y así entender que solo hemos escrito unos pocos capítulos del libro de nuestras vidas , y que a la historia le faltan muchos capítulos aún por contar, por vivir y por soñar, y decidimos que cuando estas historias ocurran, nosotras estaremos listas para escribirlas y contarnoslas y una vez más aqui estaremos, juntas, en un café esperando para enfrentar lo que viene y siempre en este barrio y en este rincón que recién empezamos a descubrir y que definitivamente es nustro imán de sueños.