Tenía la cola gorda y el cuerpo blandito. Unos bigotes larguiruchos y un ritmo pausado, lento, de ratón sabio, comprendido, del que cacha el mote y se sabe engrupido, bueno.
Se paseaba tranquilo por mis cosas; se comía mi hermosa maqueta y lo hacía concentrado, rubicundo, con cara de contento.
Lo miraba desde mi cama y me daba pena interrumpirlo; su oficio, la pega de laucha casera, la hacía bien.
Ratón camboyano, combatiente, guerrillero y feroz…cómo te comes el fruto de mis desvelos? Pero simplemente no podía interrumpirlo.
Guarén valiente, buena onda, casi amigo....si... casi amigo; vives conmigo, duermes en mi pieza, te comes mis cosas, te alimentas de mi….Hijo mío!!!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario